miércoles, 29 de diciembre de 2010

Romance de Curro "el palmo"

Ay, mi amor, sin ti no entiendo el despertar.
Ay, mi amor, sin ti mi cama es ancha.
Ay, mi amor que me desvela la verdad.
Entre tú y yo, la soledad y un manojillo de escarcha.




No os perdáis la versión del gran Antonio Vega.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Xmas. fun!!

Helping your children learn English can be fun.

If your English is not that good, you can always learn with them.

Come and help me catch the gingerbread man!!

Ayudar a tus hijos a aprender inglés puede ser divertido.

Si tu inglés no es muy bueno, siempre puedes aprender con ellos.

Ven y ayúdame a coger al gingerbread man!!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Felices Fiestas!!


Tenemos licencia para cometer excesos culinarios, etílicos, económicos y personales.

Que así sea ;-)

No importa lo que nos sobre. Que no nos falte de nada.

FELIZ NAVIDAD!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Te cambia la vida

En cuanto se me empezó a notar el embarazo, empecé a oír muchas frases del tipo: "Aprovecha ahora para xxx que luego yyy". Otra expresión típica que sonaba mucho por aquel entonces era “un hijo te cambia la vida”. Y mira, ahora la digo yo y es que es cierto. De manera global, yo diría que es para mejor pero confieso que desde que soy madre, se han operado en mí varios cambios…

Físicos

Obviamente. Y no me refiero solamente al clásico cinturón materno (bolsa marsupial durante la cuarentena, en el mejor de los casos) sino a la sensación de cansancio, al inevitable descuido de mi aspecto y a los frecuentes dolores de cervicales y/o muñecas que me dejan más o menos así…



Psíquicos

Mi hijo tose y pienso en neumonía, se cae y le pregunto si recuerda su nombre, le pido que me diga a todas horas cuánto me quiere y cuando da una patada o hace algo que no me gusta, ya lo veo vestido de esta guisa…



Estilísticos

Menos tacón y más 24 horas (no, juro que NUNCA los usaré…), menos bolsito de mano y más maxi bolso donde siempre hay de todo (menos las llaves del coche, que nunca aparecen). Confieso que a veces salgo de casa con el móvil y el monedero dentro de algo así…


Musicales

¿Cómo puedo tener una canción favorita dentro de las de los Cantajuego? ¿Qué pasa con Bono? ¿Ya no canta? Y sobre todo, ¿por qué a veces llego al trabajo con esa música en el coche SI VOY SOLA? Pero si el último concierto al que he ido ha sido el de ellos y me sabía hasta las coreografías...



Culinarios

Le he cogido el punto al rollo buffet: comer de pie, frío, y un poco de cada cosa, normalmente, sobras.



Lingüísticos

Padezco el “Síndrome del Diminutivo Permanente y Penoso”: recoge tus juguetitos, ponte las zapatillitas, no se le tira del pelito a mami…




Decorativos

¿Sofá? ¿y eso que es? Ah, sí, lo que está debajo de todos esos cuentos, peluches y piezas de colores. Me suena… Pero si me siento muy pocas veces y cuando lo hago, suele ser en el suelo o en sitios donde apenas entro…


Socio-culturales

Me llaman la reina del parque… Y NO DIGO MAS!!



Hablo de mí pero supongo que esto se puede hacer extensible a casi todas las madres y es que no incluyo a los padres deliberadamente porque como sabiamente vaticinó un buen amigo mío, un hijo nos cambia la vida… ¡PERO A NOSOTRAS!!!!!!!!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Camino cansado


Sabe de besos el camino cansado
y de rutas inventadas por azar,
de vías construidas con cenizas,
de huellas de coches derrapando
en la calle que soy yo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Los escarabajos vuelan al atardecer


Creo que este fue mi primer libro “de mayores”. Tras haber aprendido de memoria Fray Perico y su borrico y habiendo pasado de puntillas por El pirata Garrapata, dejé atrás a la Ed. Barco de Vapor y me inicié en SM con este libro que cayó en mis manos.

Recuerdo perfectamente el aire de misterio de la historia y que por primera vez experimenté la ansiedad que produce el no poder parar de leer. Este es uno de los resúmenes que he encontrado:

La novela, ambientada en una pequeña localidad sueca, se mueve entre la intriga detectivesca y los misterios parapsicológicos. Tres muchachos van a atender en sus vacaciones de verano el cuidado de una inquietante casa en las afueras del pueblo.

En el desván encuentran un paquete de cartas escritas en el siglo XVIII dirigidas a la joven Emilie que hablan de una encendida pasión amorosa y de su trágica frustración, bajo la maldición de una estatua traída desde Egipto por su amado Andreas.


Con este libro descubrí que los libros no son sólo páginas, historias y personajes. Los libros son las sensaciones, reacciones y emociones que despiertan en nosotros.

En definitiva, un libro es lo que nosotros queramos que sea en el momento en que lo leemos. Un refugio, un muermo, un montón de palabras sin sentido, un manual de supervivencia, un espejo, un festín de sensaciones, un principio, un final.

Gracias, ana pompones, por traer este libro a mi memoria. Cuando os pedí ideas, me preguntaste qué libro había marcado una etapa de mi vida. Los escarabajos vuelan al atardecer señaló el comienzo de mi adolescencia.

Para jóvenes entre 14 y 18 años.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El hombre de las tabernas

Mientes con la elegancia de tus canas y la tranquilidad del truhán que se sabe poseedor de un as en la manga.

Mientes sin pudor, como el nudista que exhibe su cuerpo desnudo en una playa desierta.

Mientes cuando hablas y dices que no puedes, que no sabes o que no quieres escribir.

Mientes porque al hacerlo, escribes y al leerte, me gusta más lo que escribo, lo que dices y sobre todo, cómo mientes.

Mientes y tras tus mentiras se adivinan verdades a medias y falsas verdades.

Mentir y escribir es una sola cosa. Todos somos los ladrones de las historias de otros, los guardianes de cárceles ajenas, los secuestradores de nuestros propios sueños.

No dejes de mentir porque yo, te creo.


jueves, 2 de diciembre de 2010

Domingos de otoño



Yo también he cambiado el descanso dominical por el taller de actividades.

Yo también soy recolectora de piezas.

Yo también construyo puzzles.

Yo también modelo figuras de plastilina indescriptibles.

Yo también bailo “Juan Pequeño”.

Yo también tengo algún gomet pegado en la zapatilla.

Yo también soy maestra chocolatera.

Aunque algunas veces, yo también echo de menos mis largas tardes de aburrimiento...

... ¡yo también soy una mujer con recursos!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Para Alicia

Siempre en Septiembre volvía al pueblo y se ponía a buscar setas en el campo. Pobre Alicia. Ella nunca supo nada sobre el tiempo. Cogía un pañuelo del abuelo y salía de noche a por las setas inexistentes. Para ella, cualquier estación era invierno. Palpaba el suelo con manos temblorosas y cuando empezaba a amanecer, cansada y un poco alterada por el silbido de los trenes, regresaba a casa. Caminaba despacio, dando un rodeo. Cuando alguien del pueblo se cruzaba con ella y la saludaba, ella nunca contestaba. Al alejarse unos pasos, sonreía.


Al llegar a casa, se despojaba parsimoniosamente de sus ropas de muertos y santos, ropas antiguas que se pegaban a su cuerpo de niña enferma y así, desnuda, extendía sus manos a través de la ventana abierta y le arrancaba hojas al ciprés.


De vez en cuando, bajaba al sótano donde el abuelo trabajaba el bronce y le tiraba del pelo. El anciano la observaba ignorar sus medicinas o caminar descalza y callaba, porque ni la fuerza de su juventud pasada ni la sabiduría de su madurez podían competir con la compasión que sentía hacia su nieta.


Al terminar el invierno, cuando el frío se la llevó, hizo talar el ciprés y se encerró a modelar madera por primera vez. Muchos fueron los que la lloraron pero solo el abuelo la perdió. Por eso, en el cementerio de mi pueblo, hay un busto de una niña con una cesta llena de setas y una tosca inscripción que simplemente reza "Para Alicia".


Nada es tan heroico como el amor ni tan cruel como el tiempo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Normas de convivencia (o Sálvese quien pueda)


Cuando te pasas al menos ocho horas diarias en tu puesto de trabajo, es bastante probable que los acontecimientos que por allí suceden ocupen parte de tu cerebro sin quererlo.

Y es que, al igual que ocurre con tu familia, esto es lo que te ha tocado. Optas a un trabajo, y toda esa gente que son tus futuros colegas de profesión, no están en la lista previa de condiciones. La diferencia con tus padres es que al menos a estos les debes un cierto color de pelo, bastantes platos de canelones, o varios años viviendo en un hotel con la categoría “todo incluido” (uno con más acierto y otros con menos, pero eso es otra historia…)

El caso es que con esta compañía profesional impuesta, me cuesta aceptarlos como parte de mi vida cuando recibo correos electrónicos del tipo:

“Por favor, os recordamos que las máquinas de comida sólida no pueden ser golpeadas ni zarandeadas. La propia máquina tiene un sensor que hace que no se consuma el dinero introducido previamente si no se detecta peso en la bandeja. Además, al haber movido la máquina, el enchufe está aplastado y se encuentra fuera de servicio hasta nueva orden”

“Os rogamos que no utilicéis los baños hasta nuevo aviso. Hay una avería general y la calle está inundada” y al cabo de 15 minutos: “por favor, es muy importante que no uséis los baños hasta nueva orden. Hemos sustituido los carteles de las puertas avisando de la avería general por otros de mayor tamaño y con las letras en color rojo, porque nos están comentando que el otro cartel no estaba siendo atendido y ya han acudido más de 10 personas haciendo caso omiso”

Y tras otras dos horas: “ya podéis utilizar de nuevo los servicios, os recordamos que no debemos tirar objetos en los inodoros, incluido el papel de manos. El atasco estuvo provocado nuevamente por objetos tales como envoltorios plásticos, tapas de bolígrafos, clips, trozos de vasos de café, etc.”

“Ayer por la mañana desapareció nuevamente una bolsa de comida de la sala de descanso. Por favor, el que se haya confundido, que se fije en lo que llevaba dentro y reponga lo antes posible su contenido: un yogur de plátano, un sándwich mixto y una manzana. Asimismo, han desaparecido de la nevera unos yogures de la marca Vitalínea con mermelada de frambuesa y en su lugar han quedado unos con sabor a limón de la marca Lidl”

O sea… ¿tapas de bolígrafos? ¿clips?
¿el que se haya “confundido” de menú? ¿es que no sabemos lo que traemos de casa?


… en lo bueno y en lo malo, ¿hasta que el despido nos separe?


Gracias, Leria, por tu contribución a la causa ;-)

jueves, 18 de noviembre de 2010

El dardo en la palabra


A mí me enseñó el abecedario la señorita Mari Luz, que nos hacía poner el dedo índice sobre el arco de la nariz para aprender la Ñ. Mis sobrinos en el colegio le llamaban a la “M” la señora de la montaña. Maravillosa metáfora. Ahora nos lo quieren cambiar. El abecedario, el de toda la vida. ¿Cómo que “ye”? ¿Dónde va a parar el belicismo de la i griega?

Ya puestos a simplificar, “dijo” podría ser “dijió” y si decimos piña, pues el árbol debería de ser “piño”, ¿no?. Si cuando comenzamos a hablar esta es la manera natural de expresarnos, tal vez es que esta sea la mejor forma y más sencilla de decirlo.

Realmente, si solo (¡sin tilde!!) hablásemos de lo que conocemos, permaneceríamos la mayor parte del tiempo callados así que dentro de mi ignorancia en la materia, me vais a permitir que me posicione. Creo que como usuaria del español, también tengo derecho a opinar sobre estos cambios que supongo ya conoceréis.

La gente cada vez escribe peor, se expresa con menos precisión, se olvida de las tildes y puntúa sin ningún criterio. Simplificar la grafía me parece que es ceder y dejar que un tren maravilloso que ha recorrido kilómetros de raíles centenarios sea confinado a una estación perdida y se sustituya por un moderno, rápido y frío AVE. Es cierto, cumple su función llevándote al mismo sitio y encima, en menos tiempo, pero te priva del placer de admirar el paisaje tras una sucia ventanilla y de adormecerte con el traqueteo.

El propósito fundamental de una lengua es la comunicación y yo creo que todos los hispanohablantes nos entendemos entre nosotros. Yo misma, que soy del sur de Galicia, hablo un español distinto al de un oriundo de Cáceres, un emigrante en Venezuela o un inglés que ha aprendido español de tanto venir a los sanfermines. Vuestro regazo es mi “colo”, vuestro revenido es mi “reseso” y cuando vosotr@s habéis ido, casi siempre yo fui. ¿Y qué? ¿Acaso no son hermosas las diferencias? Creo que en la variedad radica la riqueza de nuestra lengua y gran parte de su belleza.

La lengua es un ser vivo y como tal, es susceptible de cambios y evoluciona, creciendo y extendiendo su influjo. Hablo español, amo mi lengua y no quiero dejar de llamarle a la “Y”, “i griega”. La imagino vestida de gasa blanca y con ondas en el pelo, y quiero que siga siendo así.

Como modo de protesta, la próxima vez que mi hijo diga: “Pusí el cuento en la estantería”, no corregiré su frase…

Decidme, ¿qué palabras os costó aprender a vosotros@s y ahora cambiaríais para simplificarlas? Yo propongo eliminar “quepo” y dejar que sea “cabo”.

martes, 16 de noviembre de 2010

Naftalina


¿A qué me suena naftalina?

Pues es una simpática hada del bosque que de tanto comer bayas silvestres, padece flatulencia crónica.

Creo que en breve se publicará con este título la última novela del controvertido autor francés Bernard Taberner que relata los amores y desamores de una pareja de homosexuales en el París de mediados del siglo pasado.

La naftalina, coloquialmente conocida como nacha, es una sustancia estupefaciente en forma de polvo finalmente granulado que es altamente consumida en la actualidad por los jóvenes argentinos.

Dime, ¿a qué te suena a tí?

sábado, 13 de noviembre de 2010

Have you ever seen the rain?

Someone told me long ago
There's a calm before the storm
I know
It's been comin' for some time


miércoles, 10 de noviembre de 2010

La tormenta perfecta


Ciclogénesis explosiva

Un temporal de los de toda la vida. Un día de perros. Un “chove de carallo”, que diríamos por aquí. Una muestra más del increíble poder del lenguaje y de la fuerza de las palabras.

Ciclogénesis explosiva

Dicho así, con estas palabras tan catastróficas, los creyentes miran al cielo y los que no lo son cruzan los dedos pues parece que el fin del mundo se aproxima. Esta mañana me he dirigido al trabajo repasando mentalmente mis malos actos e intentando encontrar la forma de que me recuerden por mis buenas acciones.

Ciclogénesis explosiva

Hay palabras que suenan bien, otras que es mejor no pronunciar porque maldicen a quien osa hacerlo y otras, incluso, huelen mal. Con la increíble riqueza de nuestra lengua, sus variantes dialectales y los distintos españoles que se hablan por el mundo, el español es sin duda, una lengua poderosa.

Ciclogénesis explosiva

Échate a temblar, cruza los dedos y por si acaso, reza conmigo. Dios te salve María… si esto es la tormenta perfecta, que alguien me traiga a George Clooney.

Gracias Anisakis ;-)

domingo, 7 de noviembre de 2010

Una de tocados

A veces la vida nos sorprende. A veces las cosas no son lo que parecen.

Eso pensé ayer, al volver a casa, aún impactada de lo que habían visto mis ojos.

Estaba ya anocheciendo cuando llegué a la dirección que indicaba la nota que me había dado una amiga. En una barriada oscura, una callejuela oscura. Una estrecha puerta de madera azul desvencijada, una casa en apariencia abandonada.

No puede ser aquí, pensé.

A punto estuve de dar media vuelta y volver por donde había llegado. En lugar de eso, llamé al timbre. La puerta se abrió, chirriante, dando paso a una larga escalinata. Un escalofrío se apoderó de mi cuerpo, al mirar hacia arriba y ver que una anciana despeinada y mal vestida me esperaba en lo alto de la escalera.

Subí los peldaños sin mucho convencimiento. Detrás de mí, la puerta se cerró, cerrando a la vez cualquier posibilidad de escapar de allí. Al llegar arriba, mi anfitriona me recibió amablemente. Tras una rápida ojeada pude comprobar lo altísimos que eran los techos, lo viejas que eran las lámparas, lo poco que iluminaban y el aspecto tétrico que esa tenue luz le daba a la vivienda.

Me presenté y le informé a la buena mujer que venía de parte de Ana. Sonrió mientras me señalaba la enorme puerta de una habitación conjunta a la sala donde nos encontrábamos. Yo esperé a que ella diera el primer paso y abriera la puerta, sin saber muy bien qué secreto guardaba ahí dentro la anciana señora.

Creo que la sensación que tuve cuando entré en aquella habitación debió ser la misma que sintió Alí Babá cuando entró en la cueva del tesoro. Estaba llena de sombreros y tocados para la cabeza, con un nivel de sofisticación digno de la mejor boutique parisina. A mi alrededor revoloteaban plumas, tules, cintas y flores de todas clases y colores. Entonces me volví loca. Me probé uno detrás de otro, mirándome en un viejo espejo que había colgado en la pared, y cada imagen me trasladaba a un lugar y momento imaginado.

Pilar es una artista en la sombra. Me ha dicho un pajarito que las tiendas más elegantes de la ciudad le hacen encargos para después venderlos a sus clientas.


Gracias, Adela, por ser la primera en colaborar ;-)

viernes, 5 de noviembre de 2010

Novedades

Ultimamente dedico bastante tiempo al día a intercambiar correos con personas a las que físicamente no conozco pero que a través de sus letras me van desvelando cosas de sí mismas. Siempre he admirado a la gente inteligente, quién no, y reconozco en la mayoría de las personas de esa clase un humor elegante y sutil, de los que puede que no te arranquen una escandalosa carcajada pero que seguro que te hacen sonreír y asentir con la cabeza. Varias de esas personas se han revelado como escritores en potencia, por la riqueza de sus anécdotas, porque lo que les pasa son historias en sí mismas y porque me inspiran continuamente.

Le he propuesto a una de esas personas que publique en mi blog lo que me contó en uno de nuestros modernos intercambios epistolares, y generosamente, ha accedido y me ha enviado su texto. Lo que copiado y sólo le he añadido una foto. Este fin de semana, publicaré la primera colaboración y para la semana, espero recibir la segunda de ellas, de mi buena amiga Leria.

Con esto, inauguro una nueva sección llamada Anecdotario. Podéis enviarme lo que os apetezca publicar porque aunque no lo creáis, todos llevamos mil historias dentro de nosotros. Animo especialmente a mi lector más fiel y silencioso, que comparte tiempo y ocupación con mi marido, a que me haga llegar la suya, que publicaré encantada.

Espero también poder empezar a trabajar con vuestras ideas.

No tiene porqué ser hoy…

Buen fin de semana ;-)

domingo, 31 de octubre de 2010

Alguien desordena estas rosas


Como es domingo y ha dejado de llover, pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba. Rosas rojas y blancas, de las que ella cultiva para hacer altares y coronas. La mañana estuvo entristecida por este invierno taciturno y sobrecogedor que me ha puesto a recordar la colina donde la gente del pueblo abandona sus muertos. Es un sitio pelado, sin árboles, barrido apenas por las migajas providenciales que regresan después de que el viento ha pasado. Ahora que dejó de llover y que el sol de mediodía debe haber endurecido el jabón de la cuesta, podría llegar hasta el túmulo en cuyo fondo reposa mi cuerpo de niño, ahora confundido, desmenuzado entre caracoles y raíces.


No has leído mal, no vuelvas atrás para asegurarte de que no estás equivocado. Es otro comienzo inmejorable. Una sola frase y ya estás atrapado. Así arranca mi cuento favorito de Gabriel García Márquez, "Alguien desordena estas rosas", incluido en el libro de relatos "Ojos de Perro Azul" (1952). Sólo le han hecho falta unas cuantas páginas para escribir una historia redonda. Leedla y juradme que no os imagináis cómo es la mujer cuyas piernas cubre el saquito oscuro y las medias rosadas. Os dejo el enlace y mi elección está en la página 43. Espero que hayáis tenido un buen domingo. Y si no ha sido así, aún estáis a tiempo de mejorarlo ;-)


Ojos de Perro Azul

miércoles, 27 de octubre de 2010

Tan solo una idea


Pero es que justamente, una idea es lo que me hace falta.


Te propongo que esa idea me la des tú.


Escribe un comentario o envíame un mail a notieneporqueserhoy@gmail.com y dime de qué quieres que sea el próximo post. Si recibo una respuesta por seguidor, tendré material para varios meses. Y si nunca te has hecho seguidor pero me lees, puede que mañana además de leer, seas tú quien escriba.
Feliz miércoles ;-)

jueves, 21 de octubre de 2010

The Fast and the Furious

Bonito binomio el que conforma una mujer con su coche. Recuerdo que el primer coche que conduje, que me prestaba mi hermano, había que “tirarle del aire”, y la palanca de cambios era, literalmente, una palanca. No tenía cierre automático, ni elevalunas eléctrico, ni luz de freno ni aire acondicionado. Pero cuando me lo dejaba, me sentía mayor e independiente y me entraban ganas de ponerme tacones y pintarme los labios de rojo.

Hoy ya soy mayor, conduzco a diario unos 60 km. y sigo sin saber nada de coches. No me preguntes qué motor tiene, ni de cuánto son las llantas ni nada por el estilo. Me gustó y tiene el maletero grande. Ya está.

Ayer comentaba con una amiga que a pesar de llevar años conduciendo y de no hacerlo mal, hay cosas que se nos escapan. Por ejemplo, con mi anterior vehículo tuve que pasar la ITV y estaba más nerviosa que cuando fui a hacer la selectividad. Encima, embarazada de 8 meses, a los nervios se sumó la movilidad reducida. Vamos, no es excusa para darle al limpia en lugar de a los intermitentes pero creo que coló. De hecho, el chico amablemente se ofreció a meterse él en el coche y así, tenerme quieta un rato…



Otro dato es que nunca repongo combustible en las gasolineras autoservicio. Es más, creo firmemente que deberían estar prohibidas a menos, claro está, que la gasolina fuese más barata. Siempre está libre el surtidor que me queda al lado contrario al de la boca del depósito y me peleo con la manguera para conseguir sacarla del todo, rodear el coche y que entre. Normalmente esta operación hay que repetirla varias veces. Una vez conseguido, me quedo mirando la pantalla como si por arte de magia fuese a poner “ya te pongo yo ahora 40 euros, tranquila”. Encima, a mí nunca se me sujeta el gancho que hace que no tengas que estar agarrando la manguera todo el rato, en tensión. Y finalmente, me resulta totalmente imposible retirar la manguera y que no caiga la puñetera gotita en la carrocería.



Sin embargo, me sigue gustando conducir aunque en el momento que me abrocho el cinturón dejo de ser la Dulce Abril y paso a ser Pelo en Pecho RH+. Por si algún día te cruzas conmigo y voy al volante, debes saber que hay algunas leyes inquebrantables: no metas el morro si quieres que te deje pasar, no me adelantes por la derecha y no te pegues. Ya escogí un modelo de coche y un color un punto macarra y me faltó bien poco para tintarle las lunas traseras. Luego claro, me paro en un semáforo y no suena Mago de Oz sino Miliki. Lo sé, da un poco de pena, pero se puede considerar fusión, ¿o no?

Y a vosotr@s, ¿os gusta conducir? ¿Entendéis de coches?

sábado, 16 de octubre de 2010

Ya empezamos…


Hace un par de semanas, recibí por correo una convocatoria colectiva para hacer una cena otoñal de petardas. Milagrosamente, nos hemos puesto de acuerdo a la primera en la fecha. Eso sí, a partir de ahí, nadie se había manifestado sobre el sitio. Supongo que no queríamos estropearlo tan pronto y saborear un poco más la miel de la concordia. Mentalmente, apostaba por quién sería la valiente que hiciese la propuesta y me preguntaba en qué punto íbamos a estropearlo.

Hoy he recibido otro correo en el que una de mis amigas propone un sitio. Y acto seguido, recibo esta respuesta de otra petarda:

“Por mí cualquier sitio está bien, sólo falta que nos pongamos de acuerdo con la fecha?

¿Lo veis?? Siempre hay alguien disfrutando de viajes astrales… ¡PERO SI ES LO UNICO QUE HABIA QUEDADO CLARO!

jueves, 14 de octubre de 2010

Margarita




Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Este bonito poema de Rubén Darío, que muchos recordaréis, está ahora a nuestro alcance de la mano de la editorial sleepyslaps que nos lo presenta en formato de album ilustrado.

Su reseña dice: “Este libro está dedicado a todos aquellos que, al menos una vez, han sido principitos y princesitas con la mirada ávida de conocimiento, belleza y experiencias. Para que, a través de esa mirada, este mágico poema siga transmitiéndose de padres a hijos y de abuelos a nietos de generación en generación.”



Cuando llegamos a casa, el cielo se oscurece y los músculos comienzan a relajarse, llega la hora de dejar de correr de aquí para allá como zombies y comenzar un bonito viaje nocturno. No se me ocurre una manera mejor de decirle adiós al día y darle la bienvenida a la noche que con una buena historia. Y las cosas buenas, si se comparten, siempre son mejores.

Adela, la madre de Carmen, quería un libro especial para su hija mayor, porque fue su primer bebé, porque le encanta compartir momentos con ella y porque siempre será su princesa. Sé que si lo leen juntas, harán que este poema las una aún más.


Abramos un libro juntos.

Leamos.

Soñemos.

Descansemos…

sábado, 9 de octubre de 2010

Comienzos


La primera vez que la vio, ella se acercaba con paso firme, caminando despreocupadamente junto a una amiga con el brazo en cabestrillo. Tenía la mirada escondida y una sonrisa alegre. Se sentaron a su mesa y apenas intercambiaron unas cuantas palabras. Poco a poco, cada tarde, esperaba a que apareciese. A veces lo hacía, otras no.

El aire olía a cenizas de la noche de San Juan y antes de que el verano se hubiese instalado por completo, comenzó el primer baile del cortejo. Eran tardes de ocio y conversación en las que merendaban miradas fugaces y sobre las que se cernía la promesa de un beso que aún estaba por darse. Ella no sabía que ya le gustaba pero él no ocultaba lo mucho que ella le atraía.

Consiguió llevarla en moto por carreteras secundarias, acampar junto a su tienda, robarle el sentido junto a una hoguera y despertarla con un beso casi al amanecer. El quería probar si funcionaba. Ella se temía que lo haría.

Todo era perfecto. En el enamoramiento tonto de los primeros meses, siempre se exhibe la mejor mercancía en el escaparate y se reservan los artículos con tara en el interior para las rebajas. El tiempo pasa, la gente cambia y el amor es eterno, mientras dura.

Hoy poco queda ya del joven aventurero y de la estudiante. Él sigue teniendo moto. Ella sigue aprendiendo.

martes, 5 de octubre de 2010

Take a walk on the wild side

Se despertó sobresaltado en mitad de la noche. Intacto, en su memoria, el sueño que se venía repitiendo desde hacía ya varios años. No recordaba cuándo había empezado a tenerlo ni porqué no conseguía librarse de él de manera definitiva. Al sobresalto, seguía a menudo una breve sensación de disconformidad dado que aunque por fin se había terminado, tenía la absoluta certeza de que volvería a soñarlo.

La penumbra en la que estaba sumido el cuarto le facilitó la siempre difícil tarea de abrir los ojos y verificar, no sin cierto alivio, que una vez más, sólo se trataba de un sueño.

El letrero de neón de la cafetería de enfrente iluminaba intermitentemente su rostro avejentado, acentuando los surcos que bordeaban sus ojos, por fin abiertos. Poco a poco, fueron haciéndose al cuarto alquilado en el que acaba de despertar, recorriendo sus paredes amarillentas y deteniéndose, de vez en cuando, en algún objeto que llamaba su atención.

Se encontraba explorando la estancia cuando al otro lado del ventanuco, amanecía perezosamente un día teñido de azul y salpicado por nubes esquivas. Miró el reloj despertador con la esperanza de que éste impusiese un poco de orden en su vida caótica pero el aparato ignoró su mirada suplicante y le respondió con una canción de Lou Reed. Eran las 7.30…

jueves, 30 de septiembre de 2010

15 años


Recuerdo perfectamente lo que llevaba puesto cuando fui al hospital, el tiempo que hacía y la ilusión que me hizo ser tía por primera vez. Cuando lo cogí en brazos, aspiré el olor que desprendía y comprobé lo preciosas que eran sus manos, me sentí tan feliz que decidí en ese preciso instante que algún día mecería a mi propio hijo.

El martes va y me dice que Scarlett Johannson está muy buena, que le da pereza usar colonia y que se parte con House. ¿PERDONA? ¿QUÉ HAS DICHO?

Yo, que lo llevaba muchas veces al zoo y me tiraba con él por el tobogán porque tenía miedo de que se cayese, aún me siento abrumada porque se afeite y escoja su ropa. Dice que le gusta vestir clásico, ¡toma ya!

¿Cómo se digiere que el niño que escuchaba a los pitufos maquineros extasiado haya ido este verano al concierto de Mika? Ese enano que me dejaba pintarlo y disfrazarlo con mi ropa, afirma sin tapujos que le encantaría ser psiquiatra porque hace mucha falta ayuda profesional en la familia… ¿CÓMO??

La verdad es que da igual cuántos años cumpla. A mí me sigue gustando que me dé un beso cuando me ve, darle una palmada cuando se despista y llevarle magdalenas con pepitas de chocolate de vez en cuando, porque sé que le encantan. Adoro a mis sobrinos y hoy mi entrada tenía que estar dedicada al mayor de ellos, aunque sé que cuando lo llame y me ponga a cantarle Cumpleaños Feliz a grito pelado, al otro lado del teléfono habrá un adolescente ruborizado que se pregunte cuándo va a madurar su tía…

FELICIDADES P.!!


lunes, 27 de septiembre de 2010

Hoy

Hoy es uno de esos días en los que me gustaría echar a correr y no parar hasta cruzar la frontera, donde quiera que esté. Uno de esos días perfectos de sol y frío en los que todo se tuerce sólo con ir al baño y mirarte en el espejo.

Quiero irme a casa y dejar la ventana abierta para que el frío me encoja y el sol me arrulle hasta quedarme dormida sobre la cama, aún sin hacer. Dormir hasta que se ponga el sol y vuelva a salir. Amanecer despeinada sin rastro de hoy.





martes, 21 de septiembre de 2010

La gran fiesta desastre

Cada una de su madre, constantemente en desacuerdo y siempre unidas, mis amigas y yo formamos uno de los grupos más heterogéneos y gritones que conozco.





Con la edad que tengo, que no es mucha por cierto, llevo 20 años compartiendo aventuras y desventuras con ellas. Hemos sido estudiantes con uniforme y sin carnet cuya máxima preocupación era saber qué nos pondríamos el sábado para salir. Sus madres me han reñido, hubo novios suyos que me cayeron mal, sus hijos me han conquistado y siempre me han acompañado. Cuando conoces hasta la ropa que tu amiga usa en casa, creo que su categoría comparte frontera con la de hermana. Ellas recuerdan cosas sobre mí que yo he olvidado y consiguen que me sonroje recordando otras que quería olvidar.




El caso es que individualmente, somos estupendas. Pero cuando nos reunimos, muchas menos veces de las que nos gustaría, aunque todo esté a nuestro favor, siempre lo estropeamos y acabamos convirtiendo una simple reunión de amigas en una gran fiesta desastre.


Y es que para empezar, no es tan fácil encontrar una fecha. No todas vivimos en la misma cuidad y con maridos e hijos, la cosa se complica. Encima, que la fecha esté fijada de antemano no garantiza nada. Todo lo contrario. Lo más probable es que sólo la recuerde la única que en principio no podía ir y que cuando nos llame para decir que contemos con ella se encuentra con un “contar contigo, ¿para qué?” al otro lado de la línea.




Luego está el sitio. Solemos quedar para cenar. Entre la que quiere que se permita fumar, la que prefiere comida tradicional, la que pide conocer sitios nuevos y la que se niega a mover el coche, no hay quien dé con un sitio. Lo más gracioso es que cuando hemos decidido fecha y sitio, polemizamos con la hora, nos damos cuenta de que no hemos avisado a alguien y dos días antes, alguna se pone mala. No hay manera.


Realmente, es un alivio cuando por fin me siento ante la mesa con ellas, veo sus caras sonrientes y comenzamos a hablar todas a la vez, para variar. Ha merecido la pena llegar a la meta, a pesar de lo dura que ha sido la carrera. Eso sí, que nadie celebre el título. Acaban de traer el menú y la liaremos de nuevo… ¿Pedimos algo para picar? ¿Alguien comparte un primero conmigo? ¿Un plato para cada una?



Qué desastre…

viernes, 17 de septiembre de 2010

La sonrisa etrusca


Un anciano calabrés que vive en un pueblo es llevado a casa de su hijo a la ciudad para que le hagan una exploración médica. Se encuentra gravemente enfermo. Pero su energía no está agotada del todo, aún tendrá tiempo de disfrutar muchos momentos con su nieto, Bruno, e incluso de enamorarse...

El protagonista, fuerte y aguerrido como su propio nombre, Salvatore Roncone, descubre en el final de su vida diferentes versiones e interpretaciones del amor en su propia piel curtida por los años, las aventuras y toda la acción que le ha acompañado hasta el umbral de la muerte.

Un libro que te hará sonreír y emocionarte, un regalo perfecto para los abuelos que están disfrutando con sus nietos lo que no pudieron hacer con sus hijos y también para los padres que creemos que lo sabemos todo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Siempre hacia adelante


Permaneció encogido en mi vientre hasta que lo sacaron de él a la fuerza. Lo primero que asomó fue su codo ya que asía con fuerza el cordón que le rodeaba el cuello.

Dos años y medio después, ya ha hecho un gran recorrido. Ha dormido en mis brazos, un moisés, una cuna y ahora, ya tiene su cama. Ha pasado de usar un incómodo pañal a controlar sus esfínteres. Ha dejado de pasear en vehículos que yo pilotaba a corretear libre. De la teta al biberón y de ahí, directo al plato y tenedor.

Siempre hacia adelante.

Sube y baja escaleras, enciende y apaga luces, habla, canta, baila y ríe a todas horas.

Aún le queda mucho tiempo para ser el capitán de su propio barco pero en él comienzo a ver ya a un avispado grumete que otea el horizonte en busca de nuevas aventuras.

Cuco crece y el bebé que yo tuve me sonríe desde fotos enmarcadas y mi memoria más tierna.

Recibo con los brazos abiertos y el corazón encogido a este niño que aprende mil cosas cada día y que me recuerda con todas y cada una de ellas lo poco que sé acerca de ser madre.

Siempre hacia adelante.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Angels

I sit and wait
Does an angel contemplate my fate ?


Sinceramente...

El diccionario de la RAE define SINCERIDAD como Sencillez, veracidad, modo de expresarse libre de fingimiento.

http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=sinceridad

La mayoría de la gente la considera una virtud pero yo discrepo. Analicémoslo juntos.

¿Qué es ser sincero? ¿Decir siempre lo que piensas? ¿Decir siempre la verdad? La verdad, ¿de quién?

He oído muchas veces a personas que se vanaglorian de ser “muy sinceras”. Pues sinceramente, está muy bien no mentir pero no creo que haya que decir siempre lo primero que se te pasa por la cabeza. A veces ser tan franco, para mí, sinceramente, roza la mala educación. Yo no le digo a alguien que un pantalón le queda tan mal que la persona que se lo vendió debería estar muerta. No lo hago aunque lo piense y si la portadora, o portador, por qué no, de semejante prenda horripilante, me pregunta si le queda bien, le diré con sutileza que no me gusta. Claro que no es necesario mentir pero tampoco hace falta avasallar. Estoy en el trabajo, un compañero mete la pata y me dice que lo siente. Le contesto que no importa pero sinceramente, me gustaría decirle que es un inútil y que tras 20 años haciendo lo mismo, es penoso que siga equivocándose. Sería muy sincera. Y una gilipollas, sinceramente.

Las palabras pueden ser como puñales y si no estás preparada, no sabes cómo esquivarlos. Cuando hablas, alguien te escucha y tal vez esa persona que te cuenta algo, no te ha pedido tu opinión porque sinceramente, no le importa lo que tú puedas pensar.

Si yo mando a tomar viento a alguien que sinceramente opina sobre cualquier aspecto de mi persona, probablemente me diga que no sé aceptar las críticas. Pues mira, cuando pido una opinión, puedes dármela libremente aunque tal vez no me guste. Pero no te escudes en la sinceridad para ser grosero porque me has dado licencia para hacer lo propio contigo. ¿Te devuelvo la falta de respeto con otra? Pues no, yo no soy tan sincera

lunes, 30 de agosto de 2010

Cateta




Mi amiga Pepa utiliza mucho esta palabra y lo hace con su gracejo natural y el acento heredado de su bonita tierra sevillana.

Cateta podría ser la niña rusa que acaba de mudarse al vecindario. Es la primera rusa gorda que conozco.

Recuerdo que mi abuela solía hacer pastel de cateta y mi hermano y yo intentábamos sin éxito alguno comernos un trozo caliente. Ella siempre nos lo impedía porque, como todo el mundo sabe, las catetas calientes provocan un fuerte dolor de barriga.

Para que lo sepáis, yo siempre llevo una cateta en el bolso, por lo que pueda pasar.

Dime, ¿a qué te suena a ti cateta?

jueves, 26 de agosto de 2010

Cyrano



Esta soy yo, apoyada en el alféizar, esperando a ver si pasas a saludarme.

No, espera, creo que eres tú, que te asomas a la ventana que soy yo para conocer un poco mejor mi mundo.

Esta es Roxana, por la que viven y mueren de amor Cyrano y Christian.

Reconoceréis la imagen y os invito a que conozcáis alguna más conmigo.



Es un precioso álbum, con ilustraciones cálidas y sensuales de Rebecca Dautremer en las que abunda el rojo. Un libro especial para regalar tanto a niños como a adultos y sobre todo, un precioso cuento para leer, para acariciar, para disfrutar. Triste historia, bonitas ilustraciones, maravilloso álbum que tiene un lugar preferente en mi estantería.





Cyrano
Autores: Taï Marc Le Thanh y Rébecca Dautremer

Edelvives. Zaragoza, 2009.

miércoles, 18 de agosto de 2010

De la cuna a la tumba

Había pasado la noche agonizando por culpa de un dolor que, intenso e intermitente, había ido mitigándose hasta desaparecer del todo, dejándola sudorosa, confusa y cansada. El resultado de aquella pesadilla era un varón con la piel de una pasa y ciertamente amoratado que en ese preciso instante, succionaba con avidez de su pecho izquierdo.

Y ahora ¿qué? – se preguntaba una y otra vez.

Ahora se ha terminado. Mañana comienza todo.

martes, 3 de agosto de 2010

Si yo pudiera morder la tierra toda



Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor sería más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.
Naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la
infelicidad.
Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
Recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.
Fernando Pessoa (1888 - 1935)

miércoles, 28 de julio de 2010

Como una ola



Siendo de puerto pesquero, he tenido un fiel compañero que me ha acompañado desde mi infancia hasta mi edad actual, refrescándome cada verano, asombrándome en invierno con su fuerza, siempre cerca y siempre hermoso. El mar. Mi mar.



Con el verano, el calor y las vacaciones, siempre volvemos a la playa. Pero nunca es igual el retorno y analizándolo en perspectiva, cada fase tiene su playa, su atuendo y sus acompañantes.

Playa niña

La playa a la que me llevaban mis padres en coche. Braguita. Comer a la sombra, tortilla y filete empanado. Hacer la maldita digestión. Jugar al sol. Cubo, pala y rastrillo.



Playa adolescente

La misma playa de mi infancia pero llegábamos en autobús. Bañador. Comer en la arena, bocata de chorizo con queso derretido. Una digestión a medias. Jugar al basket en las canchas. Bañarnos a última hora, jugando con las olas y con el forro del bañador lleno de arena, como si nos hubiéramos hecho algo por encima. Marcharnos a casa con el pantalón mojado en el culo después de haber apurado el tiempo de playa hasta el último minuto.


Playa estudiante

Una playa más pequeña donde poder hacer topless. Casi siempre íbamos en moto. Comida comprada en el bar y lata de coca-cola. Cuando ya se iba todo el mundo, paquete de pipas Facundo y sentadas en corro, análisis de distintos temas de actualidad sentimental.


Playa soltera

Radio de actuación más amplio, ya que iba en coche. Bikini y según en qué zona, dos piezas o una. Te comías algo en un bar antes de bajar a la arena. Libro o mp3.



Playa madre

Fundamental que se pueda aparcar cerca para no cargar mucho trayecto con: sombrilla, juguetes de playa, bolsa con toallas, bronceadores y mudas, nevera con comida y bebidas y por supuesto, la descendencia. Bikini o bañador, ya es que da igual con tal de que tape bastante. Topless ni de coña.