lunes, 22 de marzo de 2010

Virgilio el farero

Un día me levanté y no estaba cansada. Disfruté de una ducha larga y derrochadora y me preparé un buen desayuno. Salí a comprar el periódico para pasearlo debajo del brazo por el paseo marítimo. El mar en calma y la marea baja invitaban a recorrer la playa descalza. Así lo hice. Agua fría, conchas rotas, algas, sal, y a lo lejos, el faro.


Cuando en una historia aparece un faro, siempre me siento fascinada. Es un elemento misterioso, guardián de día, guía en la oscuridad, un testigo mudo de lo que va a suceder o confidente de lo que ya ha sucedido pero aún desconocemos.

Virgilio es un nombre perfecto para el farero que imagino ocupa este faro. Sin embargo, no sé mucho de él. ¿Qué has oído tú?

jueves, 18 de marzo de 2010

Oscura Clara

Cuando la vi atravesar la puerta, supe que venía para quedarse. Arrastraba su maltrecha maleta de piel marrón como si dentro almacenara todo el peso de su desdicha. Hasta entonces había procurado no permanecer a su lado más tiempo del imprescindible y es que cuando la conocí ya era una persona gris, de las que por mucho que claven sus ojos en los tuyos, no te devuelven la mirada.

Clara extiende el manto negro de la perceptible oscuridad que es ella misma sobre todo lo que abarca, ensombreciendo lo que no alcanza, acallando las risas, marchitando la esperanza. No sé de dónde viene su tristeza y he terminado por pensar que siempre ha estado allí, que forma parte de ella y que le ha robado el alma.

Odio a Clara.

martes, 16 de marzo de 2010

Mil mariposas


Tengo una amiga con mucho ingenio y un sentido del humor que me encanta. En un momento emocional un poco bajo, me pidió prestado un libro. Cuando le pregunté qué le apetecía leer me dijo que no estaba pensando en nada en concreto pero que por favor no le dejase uno de mis libros de "mariposas que revolotean por los prados y se posan graciosamente sobre las hojas". Entendí perfectamente lo que quería decirme y le ofrecí la trilogía de Milennium que por cierto, yo no había leído.

En cuanto acabé lo que tenía en mi mesilla, empecé Los hombres que no amaban a las mujeres. Lo mejor, el título. Terminé y sin más análisis, empecé el segundo. Es increíble la cantidad de páginas que le sobran y creo que es uno de los pocos libros en el que no me caen bien ni los buenos ni los malos. Con el tercero, me rendí en la página 30. Bastantes cosas hago ya a diario que no me apetece hacer.

Está claro que a mi no me gusta leer. A mí me gusta la literatura. Quiero un libro que no lo diga todo pero que cuente mucho, un libro que siempre esté en mi estantería, que me guste recomendar y que me apetezca releer. Quiero llenar mi estantería de clásicos, aunque sólo lo sean para mí.

Mi amiga al final se llevó un libro de Eduardo Mendoza, ligero y divertido, justo lo que ella buscaba.

Y yo lo confieso: adoro las mariposas.

viernes, 12 de marzo de 2010

La frasecita


Cuando alguien empieza una frase con un "que no te parezca mal…", date por perdida. Sea lo que sea lo que va a seguir a semejante comienzo, va a parecerte mal SEGURO. A mí nunca me han dirigido una frase así que no me afectase de un modo u otro. Obviamente, el resorte salta cuando escuchas la advertencia y piensas que si ha dicho "que no te parezca mal", algo de lo que vas a oir te molestará. Inmediatamente, estás alerta y forzando una sonrisa, finges: "Claro que no, puedes decirme lo que quieras".

Pero la verdad es que no es así. Me parece mal lo que vas a decirme y tú, que me conoces, lo sabes y por eso me has advertido. Que no te parezca mal… ¿Por qué no puede parecerme mal? Y sobre todo, ¿por qué me lo dices?

miércoles, 10 de marzo de 2010

La princesa destronada


Tenía el pelo abundante y castaño, una mueca por sonrisa y las piernas arqueadas. Iba a verme al colegio y me acompañaba a casa. A veces íbamos juntos a la piscina y otras, ni nos veíamos. Aunque no fue mi primer amor, a él le di mi primer beso y cuando falleció el año pasado, lloré por él y por mis felices 14 años.

Hoy ha venido a mi memoria porque tengo a mi cuco enamorado. Ha descubierto en la revista de la Semana Fantástica a una niña que le gusta. Tenéis que verla. Sale con un blusón rojo y un pañuelo a juego. Pasa las paginas buscándola hasta que la encuentra y entonces se para y dice: ME GUTA A PINSESA (me gusta la princesa, para quien no entiende el cucolenguaje).

¿Cómo que te gusta la princesa? Primero, aquí princesa SOLO es mami y además, ¿no ves que es muy mayor? Paso la página y le enseño a otra niña más pequeña que va de verde y él me mira serio y me dice: ES CELIA. Y el caso es que creo que no conoce a ninguna Celia pero ahí lo tienes, convencido, tajante, diciéndomelo como quien afirma que esa sólo es una amiga. Vuelve la página atrás, se para en la niña de rojo, da un grito al tiempo que se encoge de hombros y dice: ME GUTA… QUE VEGÜENSA.

Lo estoy viendo ya con revistas debajo de la cama. Y no me gusta nada la idea.

martes, 9 de marzo de 2010

Porque sí

Porque estamos muy ocupados con nuestros trabajos y no nos preocupamos por nuestra vida.

Porque una amiga que comparte sus temores contigo hace que conozcas un poco mejor los tuyos.

Porque cuando nos encontramos con un muro, no debemos rodearlo sino intentar atravesarlo.

Porque olvido lo que hice ayer por la tarde y recuerdo fragmentos completos de historias ajenas que me han emocionado.

Porque me gusta la poesía.


Era esto el abandono, y lo sabías,
era la guerra oscura del corazón y todos,
era la queja rota de angustias conmovidas,
y la ebriedad, y el deseo, y el dejarse ir,
y era eso mi vida,
era eso que el agua de tus ojos llevaba,
era eso que en el hueco de tus manos cabía.

Del poema "Siento tu ternura" de Pablo Neruda

martes, 2 de marzo de 2010

En mi cabeza

A veces se nos mete algo en la cabeza y por mucho que intentemos no pensar en ello, no lo conseguimos. Llevo un par de días dándole vueltas a lo mismo, desde que me levanto hasta que me acuesto. Ayer noche fue el último pensamiento que tuve y con él me quedé dormida. Y ahí estaba esta mañana así que en cuanto abrí los ojos, bien temprano, empezó a removerse y a no dejar que me concentrase en otra cosa. Intento que no me atormenten pero esos pensamientos vuelven a mí una y otra vez, sin piedad, sin control. Cada palabra que alguien me dirige, cada titular que leo, cada nombre rotulado sobre un escaparate vuelve a poner en mi cabeza palabras que no domino y que en realidad, no entiendo.

Es horrible, no puedo dejar de tararear las canciones de los Cantajuegos...

LA BRUJITA TAPITA VIVÍA EN UN TAPÓN

lunes, 1 de marzo de 2010

Cerquita, cerquita, cerquita... muy lejos, muy lejos

El Señor Pato, como todos los días, se va a trabajar. El Señor Conejo, como todos los días, también se va a trabajar. Siempre se cruzan...



En palabras de su autora, Natalia Colombo, "Este libro cuenta la historia de dos personajes (pato y conejo) ambos encerrados en si mismos, que comparten la misma rutina de su vida pero no llegan nunca a comunicarse. Nunca se dan la oportunidad de abrirse y conocerse."


Este album ilustrado ha ganado el I Premio Internacional Compostela y está editado por Kalandraka. Recomendable para niños a partir de 1 año y porque nunca es demasido pronto para que vayan aprendiendo lo que pueden perderse si dan la espalda a los demás.




GRACIAS, MAMÁ PATA